Buscando por Internet he encontrado una serie de consejos para evitar el uso del triclosán. Son todos ellos muy sencillos y más de uno pensará “eso ya lo sabía” pero por si acaso lo pongo aquí para recordarlo y poder ayudar a aquellos que no lo supieran:
- Usar jabón y agua para mantener las manos limpias cuantas más veces mejor. Siempre fijándonos en los jabones que obviamente no tienen triclosán.
- Leer todos los ingredientes de las etiquetas al comprar un producto evitando los que contienen triclosán o microban.
- Secar las manos con una toalla limpia para ayudar a retirar los gérmenes que hayan podido quedar tras lavarnos las manos.
- Lavar las superficies que están en contacto con alimentos con detergente (sin triclosán) y agua.
- Leer las listas que hay en Internet sobre productos que contienen triclosán.
- Lavar las manos a los niños y los juguetes para prevenir infecciones, especialmente en aquellos niños que tienen la costumbre de llevarse las manos a la boca.
- Utilizar los aceites esenciales que tienen propiedades antimicrobianas como por ejemplo el árbol de té australiano, el extracto de semilla de toronja o el aceite de pino.
Además, he encontrado en Internet este mapa de una casa donde te indican qué cosas de cada parte de la casa incluidos coche, jardín, piscina o columpios contienen triclosán. Si hacéis clic en él iréis a la página donde podréis verlo.
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